Pues sí, sigo aquí. Tras un par de semanas sin dar noticias, aquí estoy de nuevo. Parece mentira, pero ya han pasado dos meses desde que llegué. Estas últimas semanas han sido muy ajetreadas. Llegó Patri, celebré mi cumple, hicimos turismo, patinamos en Millenium Park, fuimos a ver la Orquesta Sinfónica, vimos a los Blackhawks (ice hockey), fuimos de viaje de Thanksgiving a Washington, y hasta vimos el musical de Dirty Dancing. Y mucho más. Además, el pisito parecía otro, la ropa estaba lavada y planchada, y hasta llevaba tapper ¡de lentejas! al trabajo. En dos palabras, in-creíble.
Pero, como se suele decir, todo lo bueno se acaba... El pisito ha quedado un poco vacío de nuevo, pero lo importante es que fue bonito mientras duró.
Además, entramos en un mes de despedidas. Mucha de la gente que hemos conocido se vuelve a España, para no volver, con lo que celebraremos las tradicionales cenas de despedida. Y, para más inri, la Navidad está al caer. Mi primera Navidad fuera de casa...
Pese a todo, el ánimo está alto. Hay mil cosas que ver y que aprender ahí afuera. La vita è bella y hay que vivirla.