viernes, 18 de septiembre de 2009

Colorín colorado...

Última semana... Parece mentira. Me pongo a pensarlo y no doy crédito. ¿Realmente ha pasado ya un año? Parece ayer cuando llegamos a Chicago para iniciar nuestra aventura. Y así, sin darnos cuenta, el tiempo se nos ha ido de las manos.

Empiezo a releer el blog y me doy cuenta de la cantidad de cosas que han pasado este año. Los viajes, los amigos, los reencuentros, las despedidas. Tantas cosas. Momentos de euforia en los que la felicidad es tan grande que crees que puedes volar, y momentos no tan buenos, en los que desearías haberte quedado en casa. Sin duda, los primeros superan con creces a los segundos. Y ambos, con sus partes positivas y negativas, me han ensañado a crecer como persona y a conocerme más a mi mismo.

Es difícil expresar con palabras lo que siente uno en este momento. Las sensaciones se contraponen. Por un lado, la alegría por volver a casa. Por ver a la familia, a Patri, a los amigos... Por otra parte, tristeza por lo que dejo aquí. Una ciudad espectacular, una vida, unos amigos...

Además vuelvo con la incertidumbre de qué me depara el futuro. A todos los niveles, tanto personal como profesional. El vértigo se combina con la ilusión por iniciar una nueva etapa en mi vida. Alguien me dijo una vez (o más bien, me lo dice siempre) que la vida son etapas. Y así es. Lo que está claro es que mi etapa en Estados Unidos está a punto de acabar y vuelvo a mi querida España. Al menos, de momento.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Buscando al Oso Yogui (Yellowstone National Park)

Quién no conoce al Oso Yogui, el famoso personaje de los dibujos animados de Hanna Barbera. Pues bien, este fin de semana, y casi como colofón a mi aventura en Estados Unidos, emprendí el viaje al Parque Nacional de Yellowstone, donde se dice que está ambientada esta serie. Se trata del Parque Nacional más antiguo del mundo y el segundo más grande del país. Se le conoce principalmente por sus géiseres (contiene más de la mitad de los existentes en el mundo) y por la riqueza de su hábitat natural, donde conviven osos, coyotes, lobos, bisontes, ciervos, alces, wapitís y muchos otros. Además, y por si todo esto no fuera suficiente, cascadas, cañones, ríos, ... En resumen, un sinfín de atractivos dignos de conocer.

El viernes por la tarde cogimos el avión hacia Jackson Hole, muy cerca de la entrada Sur del Parque. Allí, sólo faltaba John Wayne para realmente verme en una película del oeste. Gente a caballo, cowboys, saloons, ... todo muy del Salvaje Oeste.

Ya el sábado comenzaba la aventura. Salimos de Jackson Hole hacia nuestra primera parada en el camino, el Grand Teton National Park. Este parque, de camino hacia Yellowstone, tiene dos grandes lagos sobre el que se reflejan las montañas, formando una estampa preciosa. El paisaje es verdaderamente espectacular.


Poco después entrábamos al Parque. El Parque Nacional de Yellowstone es enorme. Para hacerlo más fácil, voy a hablar de cada una de las zonas. Más o menos visitamos una cada día:


- Geyser Country: zona de géiseres. El más conocido es el Old Faithful, llamado así porque es el único que sigue una cierta frecuencia en la erupción (cada 90 minutos). Como buenos turistas, empezamos por éste. La verdad es que es bastante espectacular ver la explosión. El agua se eleva hasta unos diez metros... increíble. Además de los géiseres, y aun más impresionantes son las piscinas volcánicas formadas en la tierra y que le dan unos colores muy vistosos. Hay dos muy conocidas, el Morning Glory Pool y el Gran Prismatic Spring.


- Canyon Country: es la zona del Cañón. A lo largo de los años el río Yellowstone ha formado un cañón entre las montañas. No es ni mucho menos como el Cañón del Colorado, aunque también es bonito. Hay una gran cantidad de cataratas y caídas de agua que lo hacen si cabe más espectacular.

- Lamar Valley: como decía en la guía, el Serengueti de América. Búfalos, lobos, coyotes, osos, alces, y un sinfín de animales conviven aquí en su hábitat natural. Es como ir de Safari. Como buenos aventureros que somos, realizamos un hiking hasta uno de los picos. Nos costó unas dos horas, pero valió la pena. Encontramos unos cuernos de wapití, así como restos de piel de oso. Pese a que no tuvimos la suerte de ver ni grizzlies ni osos negros, la sensación de que en cualquier momento podía aparecer uno ya es impagable.


- Hayden Valley: el segundo lugar en el parque con mayor concentración de animales. Aquí es donde vimos el primer búfalo el segundo día. Es un animal enorme, pero muy pacífico, o eso parecía. A partir de ese momento nos cansamos de ver búfalos por todos lados. A continuación, una muestra de algunos animales que vimos en nuestro recorrido por el parque.

- Mamooth Country: se encuentra en la zona noroeste. Se trata de formaciones volcánicas que han ido evolucionando a lo largo del tiempo. Los árboles de la zona han muerto y no hay vegetación. Parece que sea el fin del mundo. Como es difícil explicarlo con palabras, lo muestro en una imagen:


Y, finalmente, llegó el momento de volver. Las ligeras esperanzas de ver algún oso se desvanecieron con los kilómetros. Ni osos, ni lobos, ni coyotes, una pena vamos. Pero bueno, la experiencia fue increíble. Un lugar imprescindible y que representa bien lo que es Estados Unidos. Un país enorme lleno de tesoros por descubrir y con una riqueza natural muchas veces desconocida.

Este fue, probablemente, el último viaje de mi estancia en Estados Unidos. Han sido muchos y muy variados, pero la verdad es que guardo un gran recuerdo de cada uno de ellos. El mapa de mi piso está ya lleno de chinchetas tras un año de locura. En nada, vuelta a la realidad. Comienza la cuenta atrás.

 

Free Blog Counter